Cómo impactar al usuario con la publicidad, con un anuncio audiovisual, son las principales preguntas que pueden surgir en el momento de querer invertir en la comunicación de nuestra marca. Estamos todos de acuerdo en que el propósito de la publicidad es vender, pero la cuestión hoy en día no es esa, sino cómo vender. Miles de anuncios en diferentes formatos compitiendo por lo mismo, la atención del público, tu atención. Y hoy, en Día 8 publicidad te vamos a contar unos secretos que aplicamos con nuestros clientes.
¿Cómo captar la atención?
Ahora que sabemos que nuestro objetivo es llamar la atención del espectador, tenemos que saber cómo hacerlo. Los principales recursos que tenemos para lograrlo con la publicidad audiovisual son el sonido, el movimiento y las caras. Los primeros segundos son los más importantes, ya que decidirán si nuestro público ve completamente el anuncio o lo pasa sin darle mayor importancia.
¿Debo contar una historia cualquiera?
Todo el mundo puede conocer lo que nombramos antes, pero para combinar todas las variables y llegar al mejor resultado posible, no hay que contar simplemente una historia, sino que hay que contar una buena historia, una historia atrapante, que incluya una introducción, un conflicto, clímax y resolución. Una historia que lleve a nuestro público por un recorrido del que no quiera salir, y que le presente el concepto que queremos comunicar.
Este es para nosotros el arte de comunicar, el arte de contar historias. Desplegando toda nuestra creatividad, conocimiento y experiencia en cada campaña. Haciendo que nuestro público se identifique con los anuncios y trascendiendo en la forma de hacer publicidad.
¿Cómo logro contar una buena historia?
La respuesta es: elegir correctamente el tono. Creemos que los caminos más efectivos en publicidad son: el humor y la emoción. Cuando vemos videos que tocan nuestras fibras más sensibles o videos que nos hacen reír, es cuando decidimos compartir ese contenido, para que alguien más pueda verlo y sentir lo que nosotros sentimos cuando lo vimos. Es lo mismo que pasa con el fenómeno de los memes, nos hacen reír, porque nos generan cierta identificación, utilizan insights para lograrlo, y esto nos incita a compartirlos porque nos causa gracia.
La clave es justamente no buscar de forma evidente vender el producto, sino enseñar los valores que se promueven. Esto lo logra principalmente la publicidad puramente emocional, que está vendiendo de manera indirecta. Mediante las emociones que te genera, te involucra en la historia, te hace parte. Se logra el tan anhelado vínculo emocional que buscan las marcas con los usuarios. La elección de la música también es protagonista y merece un post aparte.
A continuación les compartimos un ejemplo con el spot de Tienda de Primera, una plataforma pensada exclusivamente para la venta online de productos para hinchas fanáticos de un club.